INVESTIGACIÓN FORMATIVA.

Lic. Ever Coronado Martínez

Educar es una batalla, un cultivo de triunfos y derrotas que busca la libertad del alma, de la mente y del conocimiento. Como guerra, la educación se pierde a medida que sus líderes aprenden a vivir en el cautiverio de su espíritu y en la libertad de sus temores
(E. Coronado, 2012)



Hablar de auto-aprendizaje o la capacidad de aprender a aprender en estudiantes de básica secundaria es un tema controversial lleno de escepticismo, se maneja frecuentemente como una esperanza utópica en los deseos e intereses de aquellos investigadores didactas que dedican tiempo, recursos y esfuerzos en estrategias idóneas que permitan vislumbrar en un horizonte (mas lejano que cercano) a un estudiante, que en  este ciclo, sea cada vez mas autónomo y productivo en su proceso de formación. En este texto deseo sumergir a mis lectores en un acercamiento epistémico general sobre el auto-aprendizaje y la investigación formativa, los matices investigativos (aciertos y fracasos) que como docentes investigadores hemos experimentados en el procesos de documentar las características de un adolescente investigador en el colegio Windsor Royal School, en la Institución Educativa Primero de Mayo y en otras instituciones educativas adscritas a la Red Colombiana de Semilleros de Investigación, el impacto de las competencias investigativas en la estimulación de la autonomía y la importancia de investigar sobre este objeto de estudio. 

Podemos decir que el aprendizaje autónomo hace parte de las estrategias de aprendizaje que giran en torno al constructivismo cognitivo, pero enfocado a la didáctica autónoma que ejerce el mismo estudiante sobre su proceso de aprendizaje; partiendo de  la misma selección de lo que desea aprender, como desea hacerlo, en que tiempo lo va hacer y a que logros responder. Esto requiere a un estudiante con ciertas habilidades para hacer práctica de este ejercicio, siendo consciente que esa labor trasciende el aula y la intervención del docente  (sin que se esté hablando de suprimir su rol).

Muchos autores  integran o asocian  de alguna forma el aprendizaje autónomo a conceptos particulares de cómo se debe percibir, concebir e implementar en los procesos de enseñanza aprendizaje; A. Chene  lo asocia con la Auto-realización del sujeto, Brockett y Hiemtra trabajan bajo el mismo enfoque el concepto de Aprendizaje Auto-dirigido, C. R. Roger habla de Aprender a Aprender y  j. S. Bruner trae al discurso la Autosuficiencia del estudiante.  Todos orientan el tema hacia un educando capaz de dirigir, controlar, regular y evaluar por su propia cuenta su proceso de aprendizaje, requiriendo consigo iniciativa, responsabilidad, autodirección y  auto-identidad. Estos prerrequisitos, condiciones o habilidades para determinar que un sujeto pueda o no ser un auto-aprendiz hace que los autores coincidan en afirmar que el auto-aprendizaje y la autonomía en sí, es una característica de la psicología adulta, de lo cual Knowles afirma que el comportamiento autónomo y el aprendizaje auto-dirigido es de naturaleza andragógica.

Teniendo en cuenta lo anterior es comprensible encontrar con frecuencia al ámbito universitario,  andragogico y educación a distancia,  como el escenario contextual perfecto para hablar de aprendizaje autónomo, sin embargo algunos investigadores educativos afirman que; “entre las dificultades que se señalan con frecuencia en relación con el aprendizaje en estudiante universitario, están las deudas que tienen con los niveles precedentes, […] y una deficiente estimulación del aprendizaje autónomo” (sierra)[1]. La anterior afirmación deja la puerta abierta a nuevas problemáticas que desembocan en la educación superior, pero que provienen en cierto grado de la educación o modelo de enseñanza de los grados de básica secundaria, en los cueles, la autonomía estudiantil sobre su proceso de aprendizaje sigue siendo una utopía, que cada vez es reforzada por metodologías de enseñanzas verticales entre la relación docente-estudiante, sometiendo a los escenarios académicos a la necesidad, que en términos de Freire liberen  al oprimidos (estudiantes) y al opresos (docente), llevando consigo el reto de extrapolar los estados de concienciación adulta a modelos de afectividad, motivación y reflexión en los adolecentes de básica secundaria, en lo cual la misma  liberación y relación horizontal con sus docentes refuerce las competencias y habilidades necesarias para estimular su autonomía y su capacidad de aprender a aprender.



[1] Sierra, bajo el marco del proyecto "Enfoque metacognitivo en el diseño de entornos virtuales universitarios: i. ntervención pedagógica orientada al logro del aprendizaje autónomo”

¿cómo, dónde y cuándo iniciar procesos de autorregulación del aprendizaje en educación básica? 

Para efectos prácticos he desarrollado cuatro (4)  presentaciones que abordaran un discurso reflexivo, pedagógico y didáctico sobre investigación formativa, autorregulación y construcción de conocimiento; aunque el discurso esta contextualizado a educación básica no por ello pierde la capacidad de adaptarse o extrapolarse a procesos de formación investigativa en educación superior.

Las temáticas se abordaran orientadas a responder en el orden las preguntas del Cómo, Dónde y Cuándo iniciar estos procesos de investigación formativa, para ello tratare:
  1. Reflexión psicopedagógica del constructivismo social: la educación como herramienta de cambio.
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  1. Las emociones como origen y la pregunta como punto partida de la autorregulación y la construcción del conocimiento.
  2. La investigación formativa como estrategia pedagógica: una vista desde el aprendizaje basado en problema.  
  3. Los semilleros de investigación como estrategia didáctica para el fomento de la autorregulación del aprendizaje y la construcción del conocimiento. 

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